NRG+, ecléctico y sorprendente

Multiespacio que incluye cafetería, restaurante, tienda y galería de arte. Avant Garde y lujoso para compartir un agradable momento.

Así es “Energy Plus”, como se lee NRG+. Pura vanguardia, diseño y buen gusto. Esa atracción por lo estiloso, refinado y agradable a la vista, es lo que llama la atención.

Ubicado en el sector del Bellas Artes, el Soho chilensis por excelencia, es un lugar donde convergen artistas, escritores, connotados miembros de la comunidad gay e importantes bares y restaurantes. Es decir, un barrio con mucha onda.

En su extremo norte, se ubica el centenario museo que cede su nombre a una de las partes más atractivas de Santiago. Por el sur, su límite lo establece el cerro Santa Lucía, por el oriente el Barrio Lastarria y por el poniente el casco histórico de la principal comuna de Chile. No obstante, cabe destacar que otro punto importante del barrio es el tradicional y siempre concurrido Parque Forestal.

Concebido como un espacio de cultura, artes, deliciosa comida y bella ropa, este multiespacio fue inaugurado el 26 de octubre de 2009. Es así como los hermanos coreanos Sang Hyun y Sang Woo, o Benjamín y Vicente, como ellos se autodenominan, han apostado por instalar este estilo tan atrayente en un barrio que es tan clásico por sus cafés y movimientos artísticos.

La historia de estos hombres de origen asiático en el mundo de los negocios comenzó hace más de una década, cuando en conjunto montaron su primera tienda de vestuario femenino en el centro comercial Apumanque. De ahí en adelante, con tesón y laboriosidad, lograron expandirse y tener presencia con su producto NRG+, ahora en casi todos los Mall Plaza, además del Arauco Maipú. Y siguen creciendo, ya que ahora se instalarán en calle Monjitas, sumando más de siete locales en la capital.

La mezcla de áreas tan distintas como comida, vestuario y arte, no son fáciles; los lineamientos deben ser firmes para lograr correctamente las metas. Por ello NRG+ logra -a mi gusto- ser uno de los locales con mayor proyección dentro del “boulevard Bellas Artes”.

Descripción del local, que cuenta con cuatro pisos:

- Primer piso: tienda NRG y parte de la cafetería y el lounge, pequeño patio minimalista con piso de piedras y mesas muy cómodas para disfrutar al aire libre.
- Segundo piso: restaurante y cocina.
- Tercer Piso: salón comedor.
- Cuarto Piso: galería de arte.

Cómodos precios, deliciosos platos.

Como NRG + está en marcha blanca, su carta aún no está abierta completamente; sí está disponible el menú diario, que considera un plato principal y ciertas ensaladas, sándwiches y pasteles. No obstante, es una oferta variada en relación a los “pobres” ofrecimientos del sector, que lastimosamente no salen de la trillada Cesar´s Salad, quiches, y tortillas.

Con un valor que no supera los cuatro mil pesos, se puede almorzar agradablemente, disfrutando de sus bellos comedores y, por supuesto, del gran y acogedor ambiente.

A modo de recomendación, les digo que no pueden irse del lugar sin antes probar los sándwiches, los que se han transformado en uno de los favoritos de los visitantes, como el sándwich de filete, que consiste en una selección de lechugas, queso y unas verduritas salteadas que coronan coquetamente esa delicia envuelta en una esponjosa ciabatta italiana. Pero como creo que el sándwich no puede constar sólo de lechugas y verduritas, incluye también filetitos salteados de res, en su punto. Muy sabroso. Una verdadera delicia, a la que se le suma una rica salsa a elección, de miel o ácida, según el gusto del comensal. Hay una versión igual de deliciosa con pollo para los que no comen carnes rojas. Precio: $3.950.

Así como en NRG+ hay exquisiteces saladas, también se ofrecen delicias dulces y frescas, como la gran copa de té helado Ronnefeldt, que llamó particularmente mi atención. Es cautivamente. La cantidad de sabores superaron mis expectativas, considerando que el gran culpable de éstas fue el garzón, quien me confesó que era lo que más pide el público.

Es una copa bien “respingada”, con un brebaje frappe de tono rosáceo, llamativo y, por cierto, “muy gay”. Apenas di el primer sorbo se transformó en una obsesión para mí: arándanos, frambuesas, zarzaparrillas y moras circulaban en mis papilas gustativas, que agradecían tan refrescante manjar. Gracias, “Santa Victoria” –la distribuidora que los trae a Chile– por favor concedido. Precio: $1.300.

Técnica, dedicación y pasión.

Cheap and Chic sería mi denominación para esta refrescante bebida. A la vez recomiendo el delicioso sabor verbena, relajante elíxir de hierbas que vale absolutamente la pena –y el precio– probar. Si asistes con su pareja, sentirás como si los dioses fueran quienes le están invitando un delicioso Té Ronnenfeldt”, que es de los más los más antiguos de Alemania. Quedará como un verdadero gourmet si comenta esto con su invitado. Una invitación a la conquetería.

La carta de NRG+ es amplia si se considera que sólo es una cafetería: sodas italianas, café en todas sus preparaciones -sorprendiéndome que no trabajen con Illy y que apuesten por Lucaffé-, medias lunas y muffins. Pastelería variada y fresca. Diversidad en sándwiches de miga, ensaladitas y su variedad de almuerzos que cada día sorprenden al cliente, que una vez que uno los prueba, no puede no enamorarse del plato y, por ende, retornar al lugar.

¿Quiere vivir una tarde agradable? Le recomiendo, a ojos cerrados, el Lounge. Allí viví un intenso reporteo mientras disfrutaba de un almuerzo que, hasta hoy, considero inolvidable.

Lasaña de espinacas: ¡por fin! Cuesta tanto que en una cafetería del sector que sirvan algo en su temperatura original, que se agradece. Capa a capa, su sabor se transforma en una adicción. Su relleno, en tanto, es tremendamente justo, lejos de la avalancha de salsa bechamel, tan común a la hora de servir este plato. La técnica, dedicación y pasión por su preparación se nota, de la mano de Javier Muñoz (INACAP), chef de NRG+, quien en cada una de sus intervenciones en la cocina intenta estar a la vanguardia y marcar una tendencia.

Tan cuidada es su presentación, que jamás había disfrutado de una lasaña de verduras tan estupenda en un plato. Con Muñoz comandando las preparaciones, el lugar se aleja sideralmente del recurrente uso de alimentos que predomina en el barrio. Sin duda la frescura y el sabor de los productos se privilegia por sobre todo en cada plato, unas verdaderas obras de arte.

Las porciones son contundentes y, a la vez, decentes, no cayendo jamás en lo grotesco. Si tuviera que evaluar la cocina de este lugar, la calificación sería un seis, ya que falta un toque de evolución; sin embargo, esta nota podría subir considerablemente, producto de que aún está en marcha blanca. Igualmente está un peldaño más arriba que el resto de los locales de este artístico y cultural barrio.

Agradecimientos a Carlos Lee Poblete, colaborador.

ICHIBAN, MINIMALISMO NIPÓN.

Por
Pablo Schwarzkopf.

Juntos con saludarlos cordialmente, me invade la alegría saber que regalarán cenas a ICHIBAN, ya que era sobre este bistro japonés, al cual dedicaré mi mención. He tenido la suerte de estar en reiteradas ocasiones y de probar varias cosas entretenidas en ese lugar.

Como olvidar sus porciones abundantes –con excepciones-, una cocina con visión, lejos de los comunes rollos con queso crema.

Un apuesta diferente desde que te reciben en la entrada - a veces hay que esperar demasiado, pero se entiende, está de moda y no por nada- hasta que el mismísimo Minsu Bang, Chef y dueño, que acompaña tu cena con agradables intervenciones sobre tus selecciones o simplemente un cordial saludo.

La comida es una fiesta de sensaciones, todo tiene un sabor exquisito, desde el salmón que sirven para picar mientras traen tu pedido, la soya – quizás exagere- pero sabe distinta. En la ultima ocasión recuerdo haber probado:

• Gyosas:
Realmente sabrosas. Me sorprendí. No eran al vapor sino fritas, riquísimas. Sólo una crítica, las hubiese mantenido unos segundos menos en el aceite, estaban demasiado secas para mi humilde gusto.

• Sashimi Surtido (5 variedades de pescados):
Un acierto creer en el criterio del garzón, que con ese acento extranjero me hizo pensar estar en otro lado del mundo –simpático y amable por lo demás- quien al empezar la orden nos recomendó dicho plato, exacerbando la cantidad de cortes y lo delicioso que es para comenzar nuestra velada.

Pocas veces había comido Atún fresco en un Sushibar, ya que las veces que lo he solicitado o no hay, o parece un corcho por lo seco y viejo de su textura. Pero esta vez fue la excepción, cortado realmente generoso y muy fresco en textura y sabor.
El pulpo estaba en su punto, parecía un rico jamón de pierna “marino”, sútil, suave, nunca gomoso como lo he comido en otros locales. Existía salmón, y otros pescados que pasaron desapercibidos por mi paladar.

• BROCHETAS YAKITORI:
La porción individual es ínfima, bordea los siete mil pesos, si es que no me equivoco y es realmente pequeña. Pero debo hacer la salvedad que en esos pequeños trozos de pollo existió una inmensidad de sabor la archiconocida salsa Teriyaki. Me hizo viajar a las costas niponas llenas de mercaderes y especias, las cuales aliñaban el plato en sus bordes con una coqueta lechuga de cómplice de ésta escuálida delicia.

• ROLLS
Exquisita mixtura de rollos fríos y tibios (Rainbow roll), cubiertos de una envoltura de tempura crujiente y con grandes camarones (Emperador) coronando cual rubí acentúa las joyas reales.
También degustamos con mis compañeros de mesa Rainbow Rolls, colorida delicatessen , la única observación es que cada bocado era para la boca de un orangután- para qué los cortan tan grandes- .

Quizás sea un fans de este restaurante, pero me encanta como el Sommelier ofrece el vino que podría hacer el maridaje perfecto a nuestra solicitudes, y no cae en el vicio más frecuente. Ofrecer el vino más caro en pos de la calidad de éste, maña muy común últimamente en los restaurantes de este tipo.

Destaco el Sauvignon Blanc 2008 de la Viña Veramonte, fue el que brindó la nota cítrica, de buena astringencia y de delicado sabor. Lo destaco ya que está considerado en el sitio norteamericano CheapWineRatings.com, Good Value Makes Wine Taste Better.
La visión llega hasta el momento de ir al baño de este local en donde uno se sumerge en una pulcra habitación, con música lounge, muy minimalista digna de los eclécticos toilettes de Buddha Bar en NY. Claro a una escala muy chilensis.

El postre lo dejaré para otra ocasión ya que da para largo también y no quiero extenderme más de lo que ya lo he hecho.

La mejor experiencia en comida japonesa, buena mesa, excelente atención. Siento que es un local internacional y de buen gusto que por lo demás destaco buenos precios y calidez.

Datos:
ICHIBAN JAPANESE BISTRO
AVDA. PADRE HURTADO NORTE 1512, VITACURA
ESTACIONAMIENTOS Y SECTOR FUMADORES
REDCOMPRA Y TARJETAS DE CREDITO.

Pronto más en www.mosto.cl
"Columna en respuesta a programa de Radio Play 100.9 FM y su programa Mosto donde regalaron una cena para Ichiban"

EL CARNET POR FAVOR.

….I FEEL LIKE I, I AM BLIND, FEEL IT, FEEL IT….

14:30. Bramaba mi teléfono en la mesita del living. Era día domingo.  Lee me llamaba muy temprano para salir  – Qué se podrá hacer día domingo a las cuatro de la tarde- pensé.

- weón ya levántate para que salgamos, nos tomemos un heladito y luego iremos donde un amigo a verlo tocar a Blondie, agrega mi barbudo amigo.

- Blondie? Buuuuu que va haber en Blondie día Domingo a las 16:30, no que lata, lo del helado lo acepto pero weon no creo que vaya nadie a esas huevás día domingo además estoy con caña como para ir a ver unos tarros.

- No weon, vamos mira habrá nnn cosas entrete y se puede bailar, dale vamos-. En ese nnn cosas me nombró como miles de canciones y grupos típicos de Blondie y otras discos “alternativas”

- Bueno, me ducho y vamos, le dije a mi amigo sin intención de levantarme. La noche anterior me había pegado un buen carrete (fue el Sensation incluido after, así entenderán mi blanca resaca). Me envió un webflyer y sentí que iría a una fiesta de esas donde habría tonteras fomes como tektonik y grupos en donde Putilatex y otros generan gran aceptación en este target que no es el mío.

Ya me imaginaba llegando lleno de chapitas, bolsos con parches, maquillaje horrendo y una tez pálida como la de un muerto y a la vez ver llegar a mi barbudo amigo lleno de chapes y pitillos casi femeninos, de tan sólo pensarlo me da risa.

Busque en mi mente mil y una escusa para no salir con él pero no podía ser tan mala onda, el siempre es quién me acompaña a todos lados y pensándolo bien si nos aburríamos entrete tanto espécimen, nos iríamos a comer ese fabuloso helado que prometió en la conversación, así que me levante ordene un poco el desorden del departamento y lo llame que nos juntáramos a las 16:30 estación U.L.A, me vestí como para quien va al parque a caminar, ni cagando me pondría pantalones largos ni menos algo a la onda para ir a Blondie día domingo o sea olvídenlo!.

Pasé al Santa Isabel de acá cerca por agua y por cigarros de seguro serían necesarios para ese tipo de acontecimientos, pretendía bajar en micro, pero los chicos colocolinos hicieron que revocara esa decisión y me subí al metro, se me hizo eterno hasta que llegue a Baquedano, si no me equivocaba faltaban unos 10 a 15 minutos para llegar a esa bendita estación.

Llegué al fin y para variar mi amigo no había llegado, espere haciendo el loco en la boletería y comencé a dimensionar lo que se me avecinaba.

SUB 18 UNA EDAD DE TEMER.

Si 17 era el mayor de la cantidad de chicos que había en esa estación era mucho, todos producidos pero piolas quizás exageré un poco al imaginarlos con chapitas, chapes, maquillajes feos, etc. Pero cuál de todos más chicos por dios.

Aproveche de sacar plata del cajero mientras esperaba, miraba el plano de Santiago y la línea Metro al revés y al derecho y al fin llego este infeliz, de pantalón de tela corto zapatillas con onda y una polerita cortada tan de moda por ahora. En fin nos dirigimos a nuestro destino a ese callejón oscuro que muchas veces me vio salir doblado como un churro de feria navideña en mis épocas de adolecente buscando identidad.

Llegamos a la puerta y me encuentro con un compañero de universidad (Nico, Derecho) y le digo weon qué haces acá, el cual responde – Nah me voy, está medio rancio el ambiente pero está lleno abajo. Nos despedimos y entramos con Lee, un calor infernal llenaba aquel antro de perdición. Una Blondie renovada a como la recordaba, un poco más moderna y estéticamente atractiva (Mucho plasma).

Acabo de entrar a la primera pista miles de sub18, el rango entre 15 y 20 años siendo el promedio de este 17 años, estaba llena todos bailando a full los éxitos del momento y decidimos ir a l pista principal para comprar algo para tomar y ver cómo estaba la pista central, veo la barra igual como la recordaba y reventé en risa cuando vi lo que se vendía.

* Bombonbum: $100.-

* Chocman: $150.-

* Papas Lay´s: $250.-

* Jugos: $200.- (vaso)

* Bebidas: $300.- (vaso)

* Energéticas: $1500.-

A caso no les parece divertido, me sentía el tío de todos estos niños, conste no estoy viejo a mis 25 años, pero yo en una disco peque me parecía aún más risible esta situación. Nos miramos con mi amigo y esbozamos mil sonrisas y fuimos a comprarnos unas energéticas que sería lo único motivante de estar ahí.

Y ahí quede Epaté, como Seiscientos teenager bailando a full arriba de cubos, en la pista a reventar, miles de luces, colores y mucha pero mucha onda quinceañera y pensé, es un mundo que jamás imagine en mi mente inocente de veinteañero.

Todos carreteando como si fuera día viernes como las 3 de la mañana cuando el carrete está a full y no se puede parar pero todos en una onda demasiado sana, cero alcohol, cero drogas. En ese instante tocaron una canción que marcó mí visita a Blondie dominguera. Pobre estúpida – María Daniela y su Sonido Laser, todos los chicos sabían su coreografía, conocía la canción hace un par de años, pero el baile en mi perra vida lo había visto, bueno estos púberes se sabían los pasos como si se los hubieran enseñado en clases. En ese instante con Lee nos miramos y dijimos hacen lo mismo que hicimos nosotros con iconos poperos de nuestra época, he ahí cuando caí en cuenta de mi edad.

Siguieron los bailoteos, Britney, Madonna, Supernova. Yelle, Shimai, entre otros exitosos grupos de la onda alternativa media pop o bien electrónica. Seguía sintiendo esa sensación de estar desubicado en el ambiente no sé cómo si un cliente del Jamming bailando en Club La Feria, si bien conocía muy bien la música, el target de la fiesta no me contemplaba para nada.

Continuara….

Grande Morrissey!

…AND YOU HAVE NEVER BEEN IN LOVE……

Como canta Morrissey en una de sus obras maestras, es así, cómo me dan ganas de gritar a los cuatros vientos a las personas que me han roto el corazón, esos que jamás han estado enamorados como para ver reflejadas las estrellas en el embalse, suena demasiado poético y cursi, pero así es no más, cursilería en el amor, ya que no sé amar de otra forma si no a la antigua con hartas blondas y corazones.

Odio ser como la niña gordita de carrusel que dice ¡Que Romántico! Con lisonjera y suspirona voz, así es, mis amigos son los que me critican e inducen a relaciones sin nombres cada vez que hablamos de relaciones, y a probar reiteradas veces pero siempre queda en el ambiente que no puedo ser de relaciones efímeras, estos sean ponceos, flirteos, cachureos, consumos y una infinidad de otros nombres que mis amistades manejan al dedillo.

No es que ande con el traje de novio en el bolso. Mochila, billetera (léase bolsillo) pero mi naturaleza no me permite querer a más de uno a la vez, unos me dicen que soy el “Si, acepto” pero no es así no busco casarme ni mucho más. Es sólo que no concuerdo con andar con uno e ir a bailar y comerme a un par, para qué, si a mí me basta con uno y salen las voces maléficas de mis amigos (quizás mucho más cuerdas y experimentadas) “Y VOS JURAY QUE ¿SI A EL OTRO SALE Y SE LE PRESENTA LA OCACIÓN, NO LO HARÁ?”. Y ahí es donde que en un mar de interrogantes, tal vez sea el rey de los huevones como Boris Quercia pero siempre he ido por la vida de bueno y me es tan difícil pensar que me puedan timar, engañar o simplemente dorar la píldora amorosamente.

Me han engañado tantas veces como lo he intentado, para ejemplificar. Uno que me ama hasta no sé donde, luego se confunde, se pierde, me ama, lo llamo me quiere, pero sigue con su ex, otro que le gusto, me llama, nos juntamos, cogemos, se pierde, me quiere, cogemos, se pierde.

Dos ejemplos mejor dados no existen, quizás sea demasiado intenso, como les decía amar a la antigua o en cámara lenta como cantaba la ídola Valeria Linch. Es tan difícil estar en mi mente siendo que siempre me criaron pensando en que uno debía ser fiel con la persona amada.

Siempre tenía claro la formación heterosexual apegada a muchos valores. Sin embargo también pasaban las cosas que todo el mundo tapa, infidelidades. Pero en mi mundo todo se cubría o bien por ser tradicionalista se perdonaban y quedaban como si nada por apego a la “familia”, será que los gays son un poco más claros o sinceros con sus relaciones, quizás es realmente normal hacer como si nada pasaba y seguir con el amor de la vida porque es lo correcto. Pero en este mundillo gay me es imposible encontrar la plenitud a mis sentimientos, busco puros idiotas o los gays todos son una manada de sexopatas sin sentimientos.

Quizás los que he encontrado no han sido los idóneos, a caso estoy filtrando mal, al parecer así es. Al parecer suene súper lastimero y un dejo de resentimiento pero no, seguiré esperando la persona correcta que siempre he soñado, dejando muy en claro que he conocido gente maravillosa que cosas del destino no hemos podido estar juntos, también pasé por etapas de curaciones internas que me hicieron perder grandes personas que sí fueron correctas, integras y sinceras pero por mis procesos internos no pude retener por evidentes razones.