EL CARNET POR FAVOR.

….I FEEL LIKE I, I AM BLIND, FEEL IT, FEEL IT….

14:30. Bramaba mi teléfono en la mesita del living. Era día domingo.  Lee me llamaba muy temprano para salir  – Qué se podrá hacer día domingo a las cuatro de la tarde- pensé.

- weón ya levántate para que salgamos, nos tomemos un heladito y luego iremos donde un amigo a verlo tocar a Blondie, agrega mi barbudo amigo.

- Blondie? Buuuuu que va haber en Blondie día Domingo a las 16:30, no que lata, lo del helado lo acepto pero weon no creo que vaya nadie a esas huevás día domingo además estoy con caña como para ir a ver unos tarros.

- No weon, vamos mira habrá nnn cosas entrete y se puede bailar, dale vamos-. En ese nnn cosas me nombró como miles de canciones y grupos típicos de Blondie y otras discos “alternativas”

- Bueno, me ducho y vamos, le dije a mi amigo sin intención de levantarme. La noche anterior me había pegado un buen carrete (fue el Sensation incluido after, así entenderán mi blanca resaca). Me envió un webflyer y sentí que iría a una fiesta de esas donde habría tonteras fomes como tektonik y grupos en donde Putilatex y otros generan gran aceptación en este target que no es el mío.

Ya me imaginaba llegando lleno de chapitas, bolsos con parches, maquillaje horrendo y una tez pálida como la de un muerto y a la vez ver llegar a mi barbudo amigo lleno de chapes y pitillos casi femeninos, de tan sólo pensarlo me da risa.

Busque en mi mente mil y una escusa para no salir con él pero no podía ser tan mala onda, el siempre es quién me acompaña a todos lados y pensándolo bien si nos aburríamos entrete tanto espécimen, nos iríamos a comer ese fabuloso helado que prometió en la conversación, así que me levante ordene un poco el desorden del departamento y lo llame que nos juntáramos a las 16:30 estación U.L.A, me vestí como para quien va al parque a caminar, ni cagando me pondría pantalones largos ni menos algo a la onda para ir a Blondie día domingo o sea olvídenlo!.

Pasé al Santa Isabel de acá cerca por agua y por cigarros de seguro serían necesarios para ese tipo de acontecimientos, pretendía bajar en micro, pero los chicos colocolinos hicieron que revocara esa decisión y me subí al metro, se me hizo eterno hasta que llegue a Baquedano, si no me equivocaba faltaban unos 10 a 15 minutos para llegar a esa bendita estación.

Llegué al fin y para variar mi amigo no había llegado, espere haciendo el loco en la boletería y comencé a dimensionar lo que se me avecinaba.

SUB 18 UNA EDAD DE TEMER.

Si 17 era el mayor de la cantidad de chicos que había en esa estación era mucho, todos producidos pero piolas quizás exageré un poco al imaginarlos con chapitas, chapes, maquillajes feos, etc. Pero cuál de todos más chicos por dios.

Aproveche de sacar plata del cajero mientras esperaba, miraba el plano de Santiago y la línea Metro al revés y al derecho y al fin llego este infeliz, de pantalón de tela corto zapatillas con onda y una polerita cortada tan de moda por ahora. En fin nos dirigimos a nuestro destino a ese callejón oscuro que muchas veces me vio salir doblado como un churro de feria navideña en mis épocas de adolecente buscando identidad.

Llegamos a la puerta y me encuentro con un compañero de universidad (Nico, Derecho) y le digo weon qué haces acá, el cual responde – Nah me voy, está medio rancio el ambiente pero está lleno abajo. Nos despedimos y entramos con Lee, un calor infernal llenaba aquel antro de perdición. Una Blondie renovada a como la recordaba, un poco más moderna y estéticamente atractiva (Mucho plasma).

Acabo de entrar a la primera pista miles de sub18, el rango entre 15 y 20 años siendo el promedio de este 17 años, estaba llena todos bailando a full los éxitos del momento y decidimos ir a l pista principal para comprar algo para tomar y ver cómo estaba la pista central, veo la barra igual como la recordaba y reventé en risa cuando vi lo que se vendía.

* Bombonbum: $100.-

* Chocman: $150.-

* Papas Lay´s: $250.-

* Jugos: $200.- (vaso)

* Bebidas: $300.- (vaso)

* Energéticas: $1500.-

A caso no les parece divertido, me sentía el tío de todos estos niños, conste no estoy viejo a mis 25 años, pero yo en una disco peque me parecía aún más risible esta situación. Nos miramos con mi amigo y esbozamos mil sonrisas y fuimos a comprarnos unas energéticas que sería lo único motivante de estar ahí.

Y ahí quede Epaté, como Seiscientos teenager bailando a full arriba de cubos, en la pista a reventar, miles de luces, colores y mucha pero mucha onda quinceañera y pensé, es un mundo que jamás imagine en mi mente inocente de veinteañero.

Todos carreteando como si fuera día viernes como las 3 de la mañana cuando el carrete está a full y no se puede parar pero todos en una onda demasiado sana, cero alcohol, cero drogas. En ese instante tocaron una canción que marcó mí visita a Blondie dominguera. Pobre estúpida – María Daniela y su Sonido Laser, todos los chicos sabían su coreografía, conocía la canción hace un par de años, pero el baile en mi perra vida lo había visto, bueno estos púberes se sabían los pasos como si se los hubieran enseñado en clases. En ese instante con Lee nos miramos y dijimos hacen lo mismo que hicimos nosotros con iconos poperos de nuestra época, he ahí cuando caí en cuenta de mi edad.

Siguieron los bailoteos, Britney, Madonna, Supernova. Yelle, Shimai, entre otros exitosos grupos de la onda alternativa media pop o bien electrónica. Seguía sintiendo esa sensación de estar desubicado en el ambiente no sé cómo si un cliente del Jamming bailando en Club La Feria, si bien conocía muy bien la música, el target de la fiesta no me contemplaba para nada.

Continuara….